Por San Esteve, canelones… Bueno, por San Esteve y durante todo este mes de diciembre y hasta Reyes, si tú quieres. Porque, este año,seguro que no te cansarás de comerlos. Estas semanas, en Mimmar queremos invitarte a disfrutar de este plato tradicional de la Navidad como nunca lo has probado antes: en forma de empanada.
Nuestra carta de “crestes” dejan paso este diciembre a esta invitada de honor: la empanada de canelones tradicionales. Una empanada rellena de pollo rustido y carne de cerdo, nuez moscada, hierbas aromáticas y un chorrito de brandy. Ah, y todo acompañado con una bechamel clásica, que es el auténtico toque especial.
En Mimmar inauguramos con esta receta tan navideña nuestras empanadas especiales, que cada mes, o mes y medio, iremos cambiando. Y nos encanta inaugurar las “invitadas” con las empanadas de canelones, porque es una de nuestras recetas favoritas, un plato tan típico de nuestra cocina que, incluso, hemos olvidado que su origen no es catalán, si no italiano.
De hecho, a pesar de que la costumbre de comerlos por San Esteve está muy arraigada en casa cocina (especialmente en la de Barcelona), no es tan ancestral como parece. Es una costumbre bastante reciente.
Origen de los canelones
Cómo decíamos, los canelones provienen de Italia y llegaron a Barcelona a final del siglo XVIII, gracias a algunos cocineros italianos que trabajaban en las primeras fondas. Ya en el siglo XIX, algunos restaurantes emblemáticos de Barcelona los incorporaron en sus cartas. Por ejemplo, el Gran Café Restaurant Colón, situado a la esquina de Plaza Cataluña con el Paseo de Gracia, ofrecía en su menú de Navidad “canelonis á la Rossini”, allá hacia el año 1900. Pero fue la Maison Dorée, inaugurada en 1897 en la Plaza de Cataluña por los hermanos Charles y Michel Pompidor, naturales de Prats de Molló, el restaurante que popularizó los canelones entre la burguesía, que los consideraba como una comida “de lujo”.
Por aquella época, sin embargo, todavía no era una elaboración típica de las cocinas caseras, porque era una receta muy complicada de hacer en casa. No por el relleno, sino por la pasta, que había que hacer a mano. Esto se solucionó en el año 1911, gracias al empresario Ramon Flo, propietario de una marca de pasta muy conocida, que comercializó las primeras placas secas. Este adelanto significó la popularización definitiva de los canelones en los hogares y en muchos restaurantes.
Los canelones ya son habituales de casas de comidas y de cocinas caseras. Todo el mundo tiene un relleno predilecto, un secreto o truco de cocina para hacer sus canelones. Pero hasta ahora, nadie se había atrevido a hacer canelones en este formato tan nuestro: el de la empanada.
Esta Navidad, este diciembre, empanadas de canelones tradicionales, ¡solo en Mimmar!